Descripción
Siempre debemos reconocer lo que depende de nosotros, lo que depende de otros, y lo que depende solamente de Dios. Si confundimos estas posibilidades, también confundiremos nuestros roles en la batalla espiritual. La sabiduría está en que sepamos qué nos toca, porque si fallamos en esto, tal vez nos hallemos intentando hacer lo que otros tienen que hacer. O también creyéndonos dioses por intentar hacer lo que sólo Dios puede hacer. De allí que hay mucha gente saturada, haciendo cosas que no deben, y además, otros creyéndose omnipotentes por pensar que todo lo pueden. Solamente cuando se conocen los límites, sabremos las reales posibilidades que tenemos de vencer. En este libro encontrarás el equilibrio y la forma de lidiar con el enemigo. También aprenderás que la liberación de las personas cautivas, además de ser un milagro, es un acto combinado entre Dios y el hombre.